lunes, 7 de julio de 2014

La Construcción y consolidación del Estado Liberal (1833-1898)


12. La Construcción y consolidación del Estado Liberal (1833-1898)
12.1 El reinado de Isabel II. La oposición al liberalismo: Carlismo y Guerra Civil. La cuestión foral. Construcción y evolución del Estado Liberal
Estos dos bandos se iban a enfrentar de forma inevitable (carlistas y cristinistas). La muerte de Fernando VII en 1833, reafirmando a su hija como heredera al trono con 3 años, supuso la toma de postura de los carlistas que proclamaron rey a D. Carlos el mismo día promoviendo un levantamiento absolutista en el norte de España, que supuso la 1º Guerra Carlista (1833-1839) conflicto por el poder y detrás están los problemas económicos y sociales de España después de la emancipación de España
Carlismo y Guerra civil. La cuestión foral.
El carlismo da forma a lo que aún hoy se conoce como la cuestión foral. Los carlistas son partidarios del absolutismo radical. El carlismo se define como tradicionalista y antiliberal, englobó a la nobleza rural (defensora de los fueros), a gran parte del clero y también a una base social campesina de las zonas rurales de País Vasco, Navarra, parte de Cataluña, Aragón y Valencia.
Eran esencialmente propietarios empobrecidos, artesanos arruinados o arrendatarios enfitéuticos, que veían con recelo las reformas tributarias, la igualdad jurídica, la separación de Iglesia y Estado y la supresión de los fueros tradicionales. Apoyados por Infante Carlos Mª Isidro General Maroto y Zumalancarregui. Los liberales partidarios de Mª Cristina son partidarios de constitucionalistas partidarios de los cambios económicos, del capitalismo y eran apoyados por la burguesía urbana y la mayoría del ejercito Espartero General O’Donnell y Narváez.
12.2 IsabelI : Las regencias
1833-1843 Regencias (Isabel 3 años) María Cristina de Borbon I. 1ª dificultad por estar el país en guerra 2ª el afán de intevenir en el gobierno más alla de lo que lo haría cualquier liberal (demasiado).
Partido Moderado (1833-1836) 1834 se promulga el Estado Real. Crisis del estado, sin dinero , trazan un plan cogen los bienes de la iglesia y los subastan.
Juan Mendizabal y la reina no le dejo a los militares hacer el pronunciamiento de los sargentos de la granja en 1816.
Periodo progresista (1836- 1840) consigue 3 logros:
Carta otorgada deja paso a la constitución de 1837.
Final de la guerra, Convenio de Vergara.
Proyecto de Desamortización de Mendizabal se lleva a cabo.

Muchos casos de corrupción señalan a Mª Cristina y para evitar que esto perjudique a Isabel se marcha dejando a Isabel en manos de Espartero.

Espartero es nombrado Regente interino y presidente del gobierno. No obtiene mayoría parlamentaria pero tiene el apoyo del pueblo por: triunfo en la guerra carlista, de los alcaldes progresistas, la Milicia Nacional y el ejército. Problemas por el librecambismo y el antiforalismo, sobre todo en Barcelona. Sublevación dirigida por Narváez desde París y revuelta de Barcelona (pronunciamiento ante el bombardeo de Barcelona y la disolución de las Cortes), la Junta Suprema de Barcelona lo destituye, nombrando a Prim. Y finalmente las tropas fieles a Narváez derrotan a las de Espartero en Torrejón de Ardoz, Espartero se debe exiliar.
12.3 Isabel II Reinado Efectivo
Se declara a Isabel II mayor de edad, por vacío de Regencia, Narváez asume el gobierno y María Cristina vuelve a España.
BASES POLÍTICAAS DEL REINADO DE ISABEL
Primeros partidos políticos son absolutistas y liberales; los liberales se dividen en moderados y progresistas.
Los moderados: soberanía compartida, el rey elige a los alcaldes tienen el poder económico y proteccionismo. Narváez
Progresistas: partido de división de poderes real, con un poder legislativo, con dos cámaras que se eligirían por sufragio censitario, soberanía nacional, no intervencionismo y el capitalismo puro y librecambismo Espartero y Mendizabal.
División de progresistas surge el partido demócrata, sufragio universal masculino, matrimonio civil y partido liberal (centro).
1856 Partido Republicano
En la Década moderada (1844-1854), Narváez, líder de los moderados, estuvo al frente del gobierno. Estableció un sistema político estable, donde primaba el orden a la libertad, marginando a los progresistas, y contando con el apoyo del Ejército y las élites sociales. Suprimió la Milicia Nacional y creó la Guardia Civil (1844).
Se promulga la Constitución de 1845, más conservadora que la de 1837, soberanía compartida Rey-Cortes, Cortes bicamerales y sufragio censitario. Se adoptaron medidas de control de la Administración provincial y local: se crea el cargo de gobernador civil y se suprime el carácter electivo de los alcaldes, siendo elegidos por el Gobierno; y se aprueba un nuevo Código Civil y Penal. En Hacienda se aprobó la Ley Mon-Santillán, potenciándose los impuestos indirectos
Corrupción descontento da lugar a la segunda Guerra Carlista en Cataluña.
1848 3ª oleada Revolucionaria.
Desde 1849 se incrementó el autoritarismo; se funda el Partido Demócrata, reivindicando el sufragio universal, Cortes unicamerales, libertad religiosa, instrucción primaria gratuita e intervención del Estado en las relaciones laborales. A comienzos de 1854 las Cortes se habían suspendido y el descontento aumentaba.
El Bienio progresista (1854-1856), comienza en julio de 1854 con el pronunciamiento del general O´Donnell en Vicálvaro (Vicalvarada).
 
Durante el Bienio progresista se restauran leyes e instituciones como la Ley de Imprenta, Ley Electoral y Milicia Nacional. Se elabora la Constitución de 1856, non-nata, similar a la de 1837, soberanía nacional, Cortes bicamerales electivas, potestad legislativa Rey-Cortes, y ampliaba los derechos individuales.
En economía se aplicó la Ley desamortizadora de Madoz (1855) de bienes eclesiásticos, municipales y del Estado; Ley de Ferrocarriles (1855), Ley Bancaria (1856) creando el Banco de España. Pero la conflictividad social provocó una crisis y en julio de 1856 Espartero dimitió y la reina encargó gobierno al general O´Donnell.
De 1856 a 1868 se produjo la alternancia entre los moderados y la Unión Liberal. En 1856 O´Donnell, con su nuevo partido la Unión Liberal
1863 La Guerra de Sucesión Americana
1866 Estalla la burbuja
La muerte de Narváez y O´Donnell, y el débil Gobierno de González Bravo, aisló a la reina. En septiembre de 1868 Prim y Topete inician la sublevación (“La Gloriosa”), que dirigida por Serrano provocó la caída de Isabel II y abrió la esperanza de un régimen democrático para España.

12.4 El Sexenio democrático (1868-1874)
La revolución de septiembre de 1868 se inició cuando el almirante Topete junto a Prim y Serrano, se sublevaron en Cádiz. Los sublevados en su manifiesto “España con honra” proclamaban la expulsión de la reina y el establecimiento de un Gobierno provisional constitucional que asegurara el orden y la regeneración política del país. Se formaron Juntas Revolucionarias en muchos puntos del país.
El ejército leal a la reina fue derrotado en Alcolea (Córdoba), Isabel II se encontró sin apoyos y se exilió a Francia.
Se formó un Gobierno provisional presidido por Serrano, formado por unionistas (Topete) y progresistas (Serrano, Sagasta, Figuerola, Zorrilla); tomaron medidas inmediatas como: disolución de las juntas locales revolucionarias, expulsión de los jesuitas, derogación del fuero eclesiástico y convocaron elecciones a Cortes constituyentes que dieron la mayoría a la coalición gubernamental.
Las Cortes redactan la Constitución de 1869, establecía la soberanía nacional, división de poderes: legislativo en las cámaras, ejecutivo en el rey a través de los ministros, y judicial a los jueces; consagraba derechos básicos (reunión, asociación y expresión), y por primera vez libertad religiosa, sufragio universal masculino y la monarquía democrática como sistema de gobierno. 
Se instauró una regencia presidida por Serrano y Prim fue nombrado jefe de Gobierno. 
Durante el año 1869 se produjeron varios problemas: comienza la guerra con Cuba, los carlistas se reorganizan en torno a Carlos VII, y se suceden levantamientos republicanos por todo el país, la crisis económica no ha terminado, se opone la iglesia la alta burguesía y la Guerra de 1872.
En octubre de 1870, Amadeo de Saboya aceptó la Corona, con el consentimiento de las potencias europeas. (Desarrollo  un  proceso de desamortización de la iglesia italiana).
El conflicto militar con Cuba, la oposición de las fuerzas monárquicas; a ello se unió la oposición de la nobleza y burguesía; y las movilizaciones obreras y populares que reclamaban un régimen republicano.
Amadeo I abdicó, febrero de 1873, y las dos cámaras reunidas en una sola Asamblea, proclamaron la I República.
La Asamblea, que había proclamado la I República, designó a Estanislao Figueras, presidente de una República unitaria, inmediatamente chocó con los republicanos federales. Su principal cometido era convocar Cortes Constituyentes que promulgasen una nueva Constitución 1873(Matrimonio civil, cuatro poderes: ejecutivo legislativo, judicial y relación, estructura federal en 17 estados cada uno podía elaborar su propia constitución dentro de la general pero no llego a aprobarse por el conflicto social). Se enfrentó con graves problemas: crisis de Hacienda, la falta de apoyo lleva a una inestabilidad, cuestión de Cuba y la Tercera Guerra Carlista. En su breve gobierno promulgó una amplia amnistía, abolió la esclavitud en Puerto Rico y suprimió las quintas (la 5ª arte iba al ejercito) (son reformas que se volvieron en contra de la república).
En las primeras elecciones triunfan los republicanos federales, proclamándose la República Democrática Federal, siendo Pi i Margall presidente. Al tiempo estalló una revolución cantonal (el cantonalismo defiende una república federal y consigue el apoyo del ejército y se van a hacer fuertes), protagonizada por la clase media y trabajadores urbanos, comenzó en Cartagena extendiéndose al Sur y Levante.
Al no poder aprobar la Constitución Pi i Margall dimitió, le sucedió Salmerón, se limitó a restablecer el orden y reprimir los movimientos obreros. Dimitió. Emilio Castelar le sucedió, intentó restablecer el orden, elimina libertades y necesita ayuda del ejército para sofocar algunas rebeliones, se ve obligado a eliminar más libertades y el gobierno por decreto consigue sofocar la Guerra de Cuba y la Carlista y el cantonalismo.
El golpe de Estado del general Pavía, enero 1874, disolvió las Cortes y puso fin a la I República.
1874 fue de transición entre la I República y la Restauración borbónica, el poder pasó a Serrano, apoyado por liberales, como Topete y Sagasta pero gobernó como una dictadura, Cánovas intentaba el regreso de los Borbones 1874 Alfonso XII y Canovas redactan un manifiesto, Manifiesto de Sandhurst si vuelve a ser rey de España habrá monarquía constitucional, un régimen constitucional y con un régimen estable. El pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos exigiendo que vuelva Alfonso XII, acabó con el Sexenio revolucionario, iniciando la Restauración.
12.5. REINADO DE ALFONSO XII: EL SISTEMA CANOVISTA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1876.
El sistema canovista
Alfonso XII desembarcó en Barcelona en enero de 1875; inmediatamente firmó un decreto por el que ratificaba a Cánovas del Castillo en la presidencia del Consejo de Ministros y nombraba a todos los ministros del gobierno, entre los que predominaban los canovistas junto con los antiguos moderados que habían servido a Isabel II.
El nuevo régimen político es conocido como “Sistema Canovista” ya que fue Cánovas del Castillo su creador tomando como modelo el sistema británico: consistía en una monarquía parlamentaria en la que dos partidos se turnarían  pacíficamente en el poder.
Los dos partidos del sistema fueron el Partido Liberal Conservador y el Partido Liberal Fusionista.
El Partido Conservador fue creado por el propio Cánovas. Integraba a los miembros del antiguo Partido Moderado y de la Unión Liberal. Eran partidarios de una monarquía parlamentaria con libertades restringidas y sufragio censitario.
El Partido Liberal aglutinó a los antiguos progresistas y constitucionalistas, incluso a los sectores posibilistas del partido radical. Lo lideraba Práxedes Mateo Sagasta y, en la práctica, difería muy poco del Partido Conservador: Representaba también los intereses de la burguesía, pero defendían el sufragio universal y un conjunto de libertades más amplios entre los que destacaba la libertad de culto y el librecambismo.
Los dos partidos se turnaban atendiendo al criterio del monarca, que era el encargado de apreciar si la situación política exigía el cambio de partido en el gobierno; decidido esto, inmediatamente, convocaba nuevas elecciones para que el gobierno pudiera contar con la mayoría parlamentaria suficiente. Casi todo quedaba, pues, a merced del criterio discrecional del monarca. Convocadas las elecciones comenzaba el fraude electoral: Desde Madrid se transmitían instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia, estos elaboraban la lista de los candidatos que debían salir elegidos en cada localidad (“los encasillados”) y se lo comunicaban a los caciques locales que se encargaban de la manipulación de los resultados electorales mediante diversos procedimientos que iban desde las amenazas, a la falsificación del censo o el “pucherazo”.  
El turno de partidos
Alfonso XII reinó entre 1874 y 1885. El gobierno lo ejerció habitualmente el Partido Conservador, salvo de 1881 a 1884 en que, con el primer gobierno del Partido Liberal, se inició la práctica del turno pacífico. Con Cánovas en el poder los éxitos principales tuvieron que ver con la pacificación bélica: Así, en 1876 se consiguió el fin de las guerras carlistas, y en 1878 de la insurrección cubana (Paz de Zanjón). La construcción del régimen político, susensión de algunos fueros de País Vasco y de Navarra aumentando el poder central, ley electoral, ley de imrenta y ley de reuniones.
Con Sagasta se acometieron algunas medidas liberalizadoras: Se autorizó la propaganda republicana, se levantaron las suspensiones de algunos periódicos, los profesores que habían sido apartados de sus cátedras las recuperaron y legalización de partidos y movimientos obreros.
El momento más delicado para el sistema llegaría en noviembre de 1885 con la muerte prematura de Alfonso XII. El monarca había tenido un breve matrimonio con su prima María de las Mercedes, y con su segunda esposa María Cristina de Habsburgo no tenía descendencia masculina (sólo dejaba dos hijas). La reina se encontraba embarazada, el nacimiento, en mayo de 1886, de un heredero varón (el futuro Alfonso XIII) contribuyó a perpetuar el sistema.
La Constitución de 1876
Amplia vigencia: Desde 1876 hasta 1923. El moderantismo constitucional quedaba de manifiesto en la existencia de una soberanía compartida entre el rey y las Cortes. Las prerrogativas del rey aumentaban: Aglutinaba el poder ejecutivo; nombraba y separaba libremente a los ministros; sancionaba y promulgaba las leyes; convocaba, disolvía y suspendía las Cortes. Las Cortes eran bicamerales, con un Senado elitista y conservador en el que tan sólo una parte era elegible, existían senadores vitalicios por derecho propio (nobleza, clero,…) y senadores vitalicios nombrados por el rey; el Congreso era electivo, pero no se definía el tipo de sufragio, siendo regulado por leyes posteriores. La primera ley electoral estableció el sufragio censitario, pero en 1890 Sagasta restauró el sufragio universal masculino. En la cuestión religiosa se impuso la posición de Cánovas, aunque con cierta ambigüedad: Se declaraba el catolicismo como religión oficial del Estado y se prohibían las manifestaciones públicas de cualquier otra religión, aunque se reconocía la libertad individual de culto. 

2.7 Guerra colonial y crisis de 1898
En 1895 se produce un levantamiento (El grito de Baire) y Canovas respondió mandando a Martínez Campos que combinaba dotes militares y flexibilidad para negociar. Pero la falta de avances militares llevó a enviar a Valeriano Weyler que aplicó métodos más contundentes que implicaron gran mortalidad, destrucción significativa de plantaciones, vías férreas y maquinaria lo que afectó mucho a la economía cubana.
A la insurrección cubana se sumó la de Filipinas (1896-97), zona menos importante y con menos presencia española si exceptuamos órdenes religiosas y su posición estratégica en el comercio con China, aquí la insurrección fue sofocada por las armas.
El problema fue la entrada en escena de los EEUU, en ambos escenarios. El pretexto, el hundimiento del Maine en la Habana. Una rápida guerra que perdimos de forma también muy rápida y que llevó a la Paz de París que significó la pérdida de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas.

Consecuencias: Desastre colonial, militar, moral e internacional. La mayoría de los españoles que tienen negocios en Cuba tienen tiempo para traer el capital que va a financiar la revolución industrial en España. Se funda el Banco Hispanoamericano, liquidación del imperio colonial en Asia, venta de Marianas, Palao y Carolinas se vende a Alemania. 

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