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ROMANTICISMO
El Romanticismo es un movimiento cultural y político nacido en el Reino Unido y Alemania a finales del siglo XVIII. En España el Romanticismo propiamente dicho se desarrolló tardíamente, ya que se vio condicionada por la situación política (Absolutismo de Fernando VII). Tuvo escasa duración, llegando a su apogeo en torno a 1835. Hubo un segundo Romanticismo hacia 1860 protagonizado por Bécquer y Rosalía de Castro.
Las principales características del romanticismo son:
Rechazan las reglas sociales y artísticas. (van contra el Neoclasicismo), Nacionalismo, individualismo y actitud idealista.
Ambientación de la obra en lugares exóticos ó tétricos ó lejanos en el tiempo. Se idealiza el amor y se exalta la libertad.
Si la prosa fue el medio más adecuado para transmitir el pensamiento neoclásico, la lírica se convirtió en el romanticismo en el género rey.
POESÍA. En la primera mitad del siglo XIX destaca José de Espronceda, quien es considerado el principal autor romántico español. Destacan sus obras La canción del pirata, El estudiante de Salamanca y El diablo mundo.
En la segunda mitad del siglo XIX destacan Gustavo Adolfo Bécquer con Rimas, (su único libro de poesía, el cual fue publicado póstumamente por sus amigos) (en prosa escribe Leyendas) y Rosalía de Castro que escribió en gallego Follas novas y el castellano En las orillas del Sar.
PROSA. Durante este periodo la prosa discurre por tres líneas principales:
-Relato costumbrista. Destacan Mesonero Romano y Estébanez Calderón.
-Novela histórica. Destacan Enrique Gil y Carrasco con El señor de Bembibre y José de Espronceda con Sancho Saldaña.
-Artículo periodístico. Es el género más valorado. Destaca Mariano José de Larra, quien está considerado como el principal prosista del romanticismo español y uno de los más notables de nuestra historia. La España que critica Larra en sus artículos es la corrupta, inculta y despreocupada. Con el pseudónimo de Fígaro, firmó artículos como Vuelva usted mañana, sobre el exceso de burocracia y la ineficiencia del funcionarizado.
TEATRO. El drama fue la manifestación teatral más característica del periodo romántico. Sus principales características son:
La estructura es variada.
Rechazan la regla de las tres unidades.
El tema principal es el amor aunque el final suele ser trágico.
Triunfa la polimetría y el lenguaje es exaltado.
Mezclan lo trágico y lo cómico, la prosa y el verso.
Como principales dramaturgos debemos destacar:
Duque de Rivas (Ángel de Saavedra). Su obra Don Álvaro o la fuerza del sino, es sin duda la obra más característica del teatro romántico, supuso la ruptura definitiva con el teatro neoclásico.
José Zorrilla. Su obra más conocida y valorada fue Don Juan Tenorio.
REALISMO
Durante la segunda mitad del siglo XIX surgen dos nuevos movimientos: el Realismo y el Naturalismo. La época del Realismo se caracteriza por las ideas del positivismo y el materialismo. El positivismo reacciona contra el “espíritu idealista” romántico, así, Comte propone el empirismo. Mientras que el desarrollo por lo material contribuye al desarrollo de las ciencias experimentales como la teoría de la evolución o las teorías deterministas de Mendel sobre la herencia.

En la literatura, la novela es el género predominante.
En España el realismo no solo parte de la influencia de los novelistas realistas europeos, sino que es también heredero consciente de nuestra tradición realista: la picaresca, la novela cervantina, el costumbrismo anterior… Dentro del Realismo podemos diferenciar entre el Realismo progresista que describe la sociedad de forma más cruda y con mayor intención crítica, y el Realismo tradicionalista que idealiza las costumbres y ambientes como oposición a la degradación urbana burguesa.
Podemos hablar de una etapa de prerrealismo que establece una transición del Romanticismo al Realismo, pero la etapa donde se impone plenamente en España el Realismo y Naturalismo se establece con el triunfo definitivo de la burguesía con la Revolución de 1868.

El Realismo surge en Francia y se desarrolla en Europa y América durante la segunda mitad del siglo XIX. Concibe el arte y la literatura como espejos de la realidad contemporánea, de modo que la imagen reflejada permita una visión crítica pero objetiva. Este movimiento se caracteriza por la visión objetiva de la realidad cotidiana, esto se refleja en la diversidad de personajes, sobre todo burgueses, en los ambientes urbanos, en las costumbres y en los conflictos. Se estudia la realidad interior analizando los caracteres de los individuos, sus conflictos íntimos, las motivaciones de sus actos… Los temas predominantes suelen ser los problemas intrínsecos a la burguesía y presenta un objetivismo narrativo de modo que el narrador describe la realidad tal como la ve. El realismo tiene una clara intención crítica de la realidad, y el lenguaje que utiliza se caracteriza por ser sobrio, preciso y sencillo, pero presenta descripciones minucionas.
El Naturalismo radicaliza el objetivismo realista en cuanto a los procedimientos de observación y forma de reflejar la realidad. Se novela documentalmente, en los ambientes más sórdidos, la lucha por la vida, determinada esta por los condicionamientos hereditarios y sociales. Émile Zola designa con el término Naturalismo una nueva corriente literaria que presenta características como la consideración de la novela como un método científico para conocer al ser humano y a la sociedad, y la muestra en la sociedad las lacras del mundo burgués. Predomina el determinismo, el objetivismo narrativo es más radical, hay un mayor detallismo descriptivo, y lingüísticamente el lenguaje utilizado se caracteriza por ser soez.
Los autores más destacados del realismo español son Benito Pérez Galdós, y Leopoldo Alas, Clarín.
Benito Pérez Galdós destaca por sus Episodios nacionales en donde novelan, en 46 episodios nuestra historia nacional, y sus novelas largas como Fortunata y Jacinta que profundiza en la psicología de los personajes y en la descripción de los ambientes.
Leopoldo Alas, Clarín fue temido y respetado en su época como crítico literario. Destaca por su gran novela La Regenta, la cual muestra un estilo que alterna la objetividad narrativa y la ironía, destaca por el acabado estudio psicológico de sus personajes y la descripción de la sociedad y los ambientes de Vetusta, que representa a la mezquina e hipócrita sociedad española de la época.

Es por tanto lo más destacable del Realismo su afán por la imitación de la realidad en cuanto a los ambientes, el habla, los conflictos… la profunda reflexión sobre las condiciones y
características de los personajes y el predominio de los temas relacionados con la sociedad burguesa.




MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98
El Modernismo y la Generación del 98 son dos corrientes que se desarrollan a la par a finales del siglo XIX, principios del siglo XX. Este periodo está marcado por las dos guerras mundiales y en España por la Guerra Civil. El Modernismo y la Generación del 98 son fruto de una reacción contra el utilitarismo burgués, y contra el Naturalismo y el Realismo.

El inicio del siglo XX es un periodo en el que asistimos a una Segunda Revolución Industrial. El periodo de entreguerras muestra el debilitamiento europeo. La recuperación económica permite los “felices años veinte”, que van seguidos de unos “sobrios años treinta” que traen la crisis económica. En España, es Desastre del 98 mueve a los intelectuales a proponer ideas modernizadoras. Pero durante el reinado de Alfonso XIII el país se sume en problemas, por lo que la dictadura del general Primo de Rivera se impone como intento de solución, más su agotamiento favorecerá la proclamación de la Segunda República.
En cuanto a la literatura los modernistas y noventayochistas buscan un nuevo lenguaje literario y artístico capaz de expresar un mundo más refinado y complejo, o al menos una visión más personal e íntima. Estos dos movimientos juntos serán conocidos como la Generación de fin de siglo, que tiene como influencia el impresionismo y el expresionismo.

El Modernismo es una corriente de renovación estética que recoge y sintetiza las actitudes innovadoras vitales, filosóficas y artísticas del fin del siglo XIX. Tiene como influencias el parnasianismo y el simbolismo. El Modernismo se caracteriza por tomar la belleza como principio estético y vital, el arte y la belleza son los nuevos ídolos. Presenta la melancolía y el vitalismo como actitudes ante la vida, como los románticos, los modernistas sienten también la angustia existencial. Además presenta un escapismo que puede tomar distintas vías ante la realidad: el intimismo, y la evasión en el tiempo y en el espacio. El mejor representante del modernismo es Rubén Darío. Su trayectoria está divida en un primer periodo caracterizado por la exuberancia, la plasticidad y la musicalidad donde destacan sus obras Azul, y Prosas Profanas, y un segundo periodo representado por el intimismo y la reflexión, en él destaca Cantos de vida y esperanza.
Otro representante de esta época es Antonio Machado, el cual presenta una primera etapa modernista muy influenciada por el simbolismo en la que destaca Soledades. La segunda etapa la representa Campos de Castilla, donde las preocupaciones éticas y sociales se aproximan a las del Grupo del 98, y la tercera y última etapa está marcada por Nuevas Canciones donde se centra en sus crecientes inquietudes filosóficas.
El término Generación del 98 designa un grupo de escritores (Azorín, Baroja, Maeztu, Unamuno, Valle-Inclán, y Antonio Machado)que frente al exuberante escepticismo modernista, presenta un estilo natural, sobrio y sencillo. Esta generación se caracteriza por las preocupaciones filosóficas, existenciales y religiosas. Utilizan un lenguaje propio y tienen como influencia a Schopenhauer, Kierkegard y Nietzsche. Algunos de los representantes de la Generación del 98 son Unamuno, Azorín, y Pío Baroja.
Miguel de Unamuno destaca por utilizar una “lengua seca, precisa y rápida” y un estilo ágil, no exento de cierta retórica. Sus obras presentan una escasa acción, ya que lo que importa es la realidad interior de los personajes. Unamuno tiende a desdibujar los límites entre realidad y ficción. Una de sus obras es San Manuel Bueno, mártir.
José Martínez Ruiz, Azorín mezcla la novela y el ensayo. Su estilo es preciso, con frases concisas, de gran riqueza léxica. Destaca La voluntad.
Pío Baroja vierte sus obras en su pesimismo y su visión negativa del hombre y de una sociedad donde solo sobreviven los más fuertes. Presenta características como la estructura abierta; la variedad de espacios; las descripciones impresionistas; el ambiente urbano; narra el tiempo contemporáneo; los protagonistas suelen ser de dos tipos: hombres contemplativos y hombres de acción; y suele agrupar en trilogías su numerosa producción novelística.

Podremos decir por tanto, que el Modernismo y la Generación del 98 pretende expresar un mundo más refinado y complejo a partir sobretodo de las reflexiones y conflictos internos de los seres existentes.
Novecentismo y Vanguardias
La situación internacional nos sitúa en la Primera Guerra Mundial, junto a los millones de muertos de la contienda mueren también definitivamente las ilusiones y el optimismo de un pensamiento positivista, racionalista y unitario. Sin embargo, la recuperación económica tras la Gran Guerra da paso a los felices años veinte donde se vive una múltiple y efímera efervescencia creativa, alegre, jovial, lúdica, que genera un arte formal y experimental.
El crac bursátil del 29 es un pistoletazo que acaba con la jovialidad, durante los sombríos años treinta la cruda realidad vuelve y comienza la humanización del arte. Estalla la Segunda Guerra Mundial.
Novecentismo
El novecentismo o Generación del 14 es un movimiento renovador, que pretende una estética intelectual y racional y depurada del sentimiento romántico, del realismo limitador, de los excesos formales y sensoriales modernistas y de la subjetividad irracionalista de los noventayochistas.
Todos ellos tienen una formación intelectual, son universitarios, con preparación en el extranjero y políglotas. Son europeizantes, es decir, Europa es el modelo para la modernización de la sociedad española. Promueven el cultivo sereno y racional de la inteligencia y la cultura. Se consideran una elite, una menoría hermanada universalmente en las labores intelectuales, científicas y artísticas, en un cosmopolitismo de la cultura.
El género predominante es el ensayo, la importancia del intelectualismo en el novecentismo determina la tendencia a lo ensayístico, pero desde una posición rigurosa, distante de subjetivismo emotivo y la vehemencia expresiva noventayochista. El lenguaje es, generalmente, sencillo y claro, y la sintaxis y equilibrada. El tema de España visto desde una perspectiva crítica, racional y europeizante; y las reflexiones sobre la estética, que plantean en un momento de avance de las vanguardias. El principal de los ensayistas novecentistas es José Ortega y Gasset.
La novela se caracteriza por la renovación , la fusión de lo narrativo y lo ensayístico supeditando la acción a la reflexión, que alcanza un mayor nivel de intelectualismo. El perspectivismo se impone al punto de vista único y omnisciente del narrador realista. La preferencia, generalmente, por la vida urbana y moderna.
La poesía novecentista se suele identificar con la poesía pura: poesía de la inteligencia, que anhela la perfección formal, que depura el sentimentalismo romántico, el prosaísmo anecdótico, la subjetividad impresionista y la ornamentación modernista. El máximo representante es Juan Ramón Jiménez con una búsqueda de  la belleza y del absoluto. Distingue tres etapas en el conjunto de su obra: Etapa sensitiva donde distingue, Primeras obras, Obras modernistas y Obras de transición, Etapa intelectual, se trata de una etapa de “poesía desnuda” que se abre con Diario de una poeta recién casado, la Etapa “suficiente donde encontramos su obra Dios deseado y deseante.



Vanguardias
Se llama vanguardia al conjunto de movimientos que proponen en sus manifiestos una  ruptura con todas las estéticas anteriores en un intento por transformar radicalmente las concepciones tradicionales del arte y la literatura. Se desarrolla fundamentalmente en el periodo de entreguerras de s. XX.
Son antirrealistas y su importancia radica en la apertura de nuevas posibilidades temáticas, formales y técnicas.
Los principales movimientos de las vanguardias son:
Futurismo irrumpe en 1909 con Marinetti que propone romper con los valores clásicos y tradicionales, imponiendo un vitalismo nietzscheano que exalta el riesgo y la violencia, el progreso y el mundo con el lenguaje tradicional: la pasión por el dinamismo determina la supresión del adj y los adv.
Cubismo surge como corriente pictórica en 1907, expresa la realidad intelectualmente por medio de líneas y figuras geométricas. Literariamente crea una literatura visual como los Caligramas de Apollinaire.
Dadaísmo se funda en 1916, en torno al poeta Tristan Tzara. Los dadaístas se rebelan contra la racionalidad, la lógica y todas las normas y convencionalismos morales, sociales, estéticos y literarios. El lenguaje rompe con la coherencia, la lógica y el sentido del lenguaje para que aflore libre el trasfondo absurdo pero verdadero de lo humano, sus fantasías y deseos vitales.
Surrealismo se inicia cuando André Breton aplica al dadaísmo las ideas de Freud sobre el subconsciente. Pretende la liberación total del espíritu y de la sociedad. El subconsciente se expresa libre y creativamente a través de técnicas como la escritura automática.

 TEATRO ANTERIOR A 1936





LA NOVELA POSTERIOR A 1939

La novela durante la dictadura parte de la guerra civil y coincide con el fin de la Edad de Plata de la literatura española. España se encuentra en un momento de depresión política, económica y cultural, este agotamiento cultural viene dado por el gran número de muertos por la guerra; otros fallecidos por edad como Miguel de Unamuno, Valle Inclán y Antonio Machado  y otros muchos como Rafael Alberti, Gómez de la Serna, Guillén… que parten al exilio. España sufre un periodo de aislamiento internacional donde hay una producción escasa y una baja calidad literaria, debido a la gran censura gubernamental y eclesiástica.
En los años 40 la novela se divide en dos corrientes:  la conformista, una corriente tradicional ajena a los horrores de la guerra y la novela existencial que sí se ve afectada por la guerra y en la que destaca la angustia y el tremendismo que consiste en una distorsión de la realidad.
Los autores destacados son: Cela con La familia de Pascual Duarte, Delibes con La sombra del ciprés es alargada y Laforet con Nada.
En los años 50 con un gran  realismo social donde aparece la “generación del medio siglo”, la denuncia sutil bajo aparente objetividad y el talante antiburgués e inconformista. Los autores más destacados son: Cela con La colmena y Sánchez Ferlosio con El Jarama. Las características generales de la literatura de los 50 son: el narrador objetivo que pasa por inadvertido, la referencia por personajes colectivos o representativos de un colectivo, una concentración espacial y temporal, con un lenguaje sencillo, con escasas y funcionales descripciones, predomina el diálogo sobre la narración y mantiene una estructura fragmentaria.
En estos años 50, Cela destaca con La colmena que por culpa de la censura de España tiene que ser publicada en Buenos Aires. Tiene una visión caleidoscópica de la sociedad española de posguerra y está influenciado por la obra Manhattan Transfer, de John Dos Passos. Esta obra tiene una técnica objetiva con narrador omnisciente, tiene protagonista colectivo y aparecen más de 300 personas, hay una dislocación temporal, se divide en  seis capítulos más los epílogos, son breves secuencias en las que se tratan temas como el dinero, hambre y sexo y termina con un final abierto.
En los años 60 se relaja la censura y hay un agotamiento de la literatura social y comienza el experimentalismo. Existen grandes influencias como renovadores de la narrativa de principios de siglo y jóvenes hispanoamericanos. Los rasgos de esta literatura son: la pérdida de importancia del argumento con una organización por secuencias pero no son capítulos, tiene un narrador múltiple y perspectivismo, se juega con el lenguaje con artificios tipográficos, también se da la analepsis, la alternancia de planos, se caracteriza  también por el desorden cronológico, comienzo abrupto, in media res y final abierto, con un estilo indirecto libre y monólogo interior  con presencia de elementos fantásticos y oníricos. Los autores más destacados son. Martín Santos Tiempo del silencio y Delibes con Cinco horas con Mario.
Luís Martín Santos
Tiene una producción muy reducida y muere prematuramente por un accidente de coche. Destaca con Tiempo de silencio que consiste en la síntesis de tres tendencias la social, existencial y experimental, se centra en la alienación y frustración del hombre contemporáneo, el lenguaje de la obra es culto y con numerosas novedades técnicas.




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