11.1.LA
CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN
LIBERAL
Carlos IV reina en el tránsito del siglo XVIII
al XIX, en su reinado impactan los hechos y las ideas de la revolución
francesa. Era la primera vez que el absolutismo y los privilegios peligraban
ante los revolucionarios que tenían un fuerte apoyo popular, con la esperanza
de ganar en libertad e igualdad. España entre 1789 y 1795 se enfrentará a Francia,
había que aislarla del contagio revolucionario. Las nuevas ideas eran una
amenaza para los principios absolutistas y católicos de la monarquía española.
Se cierra la frontera incluso a noticias. La muerte de Luis XVI provoca la
declaración de guerra contra Francia, que ya lo estaba con Austria, Prusia,
Nápoles y Saboya. Las operaciones militares fueron negativas para España, los
franceses ocuparon las capitales vascas y algunos enclaves catalanes. En 1795
España hubo de firmar la paz de Basilea cediendo la colonia de Sto. Domingo.
La revolución de Francia:
-Moderada, monarquía parlamentaria (1792-1791)
-Jacobina, República (1792-1795)
-Consulado, dictadura de Napoleón (1795-1799)
España y Francia iniciaran una prolongada
guerra contra Gran Bretaña y Portugal. En 1797 será destruida la flota española
frente al Cabo de San Vicente. Gran Bretaña bombardeaba Cádiz, cercaba el
puerto de Barcelona, y en 1805 la marina volvía a ser derrotada en Trafalgar.
En 1807 España y Francia renuevan su alianza en los tratados de Fontainebleau,
con objeto de invadir y repartirse Portugal y aislar a Inglaterra. Para
facilitar el ataque Carlos IV autoriza la entrada en España de soldados
franceses. Internamente la bancarrota, las guerras continuas, las tensiones
sociales, incrementaban el malestar popular, que manifestaba su rechazo por los
privilegios del clero y la nobleza, a esa crítica se sumaban los ilustrados y
seguidores de las nuevas ideas liberales.
Desde 1792 el gobierno era dirigido por su
valido Manuel Godoy, su mala gestión y la acumulación de poder hicieron que
fuese despreciado por todos, pueblo, nobleza y clero. Fernando, Principe de
Asturias, detestaba a Godoy, y fue empujado por la aristocracia en su contra.
Complot para matar a Godoy en el Motín de Aranjuez, Carlos IV fue obligado a
ceder el trono a su hijo, Godoy fue arrestado y su residencia de Aranjuez
asaltada, acabando en el exilio. Napoleón aprovechará los conflictos internos y
la presencia de las tropas francesas para apoderarse de la Península. Tras los
acontecimientos de Aranjuez, Napoleón se niega a reconocer a Fernando y envía
una escolta para proteger a Carlos IV quien acudió a Bayona, a su protector.
Una vez en Bayona fueron obligados a ceder el trono, y José Bonaparte fue proclamado rey de España y de
las Américas. El 2 de mayo de 1808 la sociedad no está contenta y se extiende
el rumor de que Napoleón se ha hacho con el poder. El tumulto se extendió por
Madrid y la población ataca a las tropas francesas.
A medida que las noticias de Madrid, de la
abdicación y de la ocupación francesa se extendían también lo hacía el
levantamiento. Se saquearon los depósitos de armas y se exigió de las
autoridades locales la declaración de guerra a Francia. El levantamiento
generalizado se convirtió en una guerra de resistencia que duró seis años
(1808-1813). La península se convirtió en el escenario del enfrentamiento entre
Francia y Gran Bretaña, parte de las guerras antinapoleónicas europeas.
Fue un conflicto internacional y a la vez un
conflicto civil entre patriotas y afrancesados. La guerra se caracterizó por el
deseo de independencia, el rechazo del invasor, el sentimiento antifrancós, la
defensa de lo católico, la intervención popular.
El inicio de la guerra provocó la división
territorial y social española. No sólo fue una guerra contra el invasor, sino
también un enfrentamiento civil. Por una lado, los territorios dominados por el
ejército francés, que contaban con el apoyo de los afrancesados y consideraban
a José I Bonaparte como el único capaz de continuar con las reformas ilustradas
iniciadas en el siglo XVIII. Por otro lado, la resistencia contra los franceses
que compartían un objetivo común en la expulsión de los franceses y el retorno
de Fernando VII, pero profundamente divididos en lo ideológico entre liberales
(partidarios de una monarquía constitucional) y absolutistas (partidarios del
Antiguo Régimen). Para organizar la sublevación y resistencia al poder francés
se crean Juntas, que sustituyen a las instituciones anteriores; las Juntas estaban
formadas por militares, clérigos y cargos públicos. Primero serán Juntas
Locales, posteriormente provinciales (hasta un total de trece) y finalmente se
crea una Junta Suprema Central, presidida por el Conde de Floridablanca.
Paulatinamente esta Junta tendrá que retirarse de Aranjuez a Sevilla y
posteriormente a Cádiz, donde traspasó sus poderes a un Consejo de Regencia.
Este Consejo convocará Cortes que llevarán a cabo el primer gran intento de
reforma liberal en España, la Constitución de Cádiz.
De manera
general, la guerra tuvo el siguiente desarrollo:
1. Hasta
noviembre de 1808: La resistencia plantó frente a la invasión napoleónica.
Miles de voluntarios se ofrecen para luchar contra los franceses, pero falta
preparación y coordinación en el ejército regular. Pese a ello, el ejército
español, comandado por el general Castaños, consiguió derrotar al ejército
francés en Bailén (julio 1808) impidiendo la invasión de Andalucía; además
algunas ciudades como Zaragoza o Gerona ofrecieron gran resistencia y fueron
llamados sitios. Tras la derrota de Bailén, José I se vio obligado a abandonar
Madrid y establecerse en Vitoria.
2. Desde
noviembre de 1808 a enero de 1812: Napoleón decidió dirigir personalmente la
invasión al frente de la Grande Armée (más de 250.000 hombres). Consigue
dominar toda España, excepto la ciudad de Cádiz. La resistencia española se
organizará en torno a la labor de la guerrilla y al ejército inglés concentrado
en Portugal. Através de Portugal piden ayuda a Inglaterra 1810. Los generales
Wellington y Moore empiezan a empujar a la armada. La Junta General Suprema se
marcha a Cádiz. Regencia de 5 miembros después de 2 años se convoca unas cortes
en ausencia de los reyes este es un momento en el que los liberales tienen más
poder que los absolutistas. Los franceses ocuparon oficialmente toda España,
aunque en realidad solo dominaron las ciudades y grandes rutas, el campo se
hallaba en manos guerrilleras. Grupos pequeños que actuaban por separado
destruían las guarniciones francesas, las reservas de agua, de energía,
produciendo una desgasto del ejercito y se producen bajas en las guerrillas.
José Bonaparte
idea un plan revolucionario para abolir la inquisición, las leyes feudales y la
sociedad estamental.
3. Desde enero
1812 a 1814: A partir de 1812 se sucederán las victorias de las tropas
españolas e inglesas, favorecidas por la marcha de buena parte del ejército
napoleónico a la invasión de Rusia.
Consecuencias:
Se estima en más de 90000 0muertos, destrucción total de la agricultura,
ganadería, artes, debilitamiento de comercio daño irreversible de política
económicamente con América y la estructura social y política también
desaparece.
11.2 LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA
CONSTITUCIÓN DE 1812.
1810 Carlos y Fernando se quedan en
Bayona durante 2 años cuando deberían ser dos semanas.
Trasladada a Cádiz la Junta Central
Suprema, desacreditada por las derrotas militares, dio paso a un Consejo de
Regencia, compuesto por cinco miembros de los tres estados nobleza clero y
tercer estado, siendo el órgano de gobierno hasta el regreso de Fernando VII.
Estas cortes no son estamentales si no
que se forman a partir de unas elecciones generales de sufragio universal
masculino mayores de 25 años mediante las parroquias europeas y americanas.
Fueron 223 diputados uno de los acuerdo era, que si uno de ellos no llegaba era
sustituido por un sustituto de la baja Andalucía; la mayoría de los miembro
tenían un nivel avanzado e incluso desarrollaban profesiones. La elección de
Cádiz como lugar donde organizar las cortes es debido a la gran protección de
la armada, a la fácil huida hacia América y a que era el sitio más seguro.
Características: No son corte
estamentales si no parlamentarias y eran compuestas por: Liberales, serviles
americanos y moderados.
Los liberales eran partidarios de
transformar la sociedad política y económica del país. Los revolucionarios, ilustrados y modernos
estaban en contra del absolutismo. Argüelles.
Los absolutistas o serviles: Pretendían
mantener la monarquía absoluta y el poder del rey sin los límites que marcaba
la Constitución. Apostaban, por tanto, por el mantenimiento del Antiguo
Régimen. Aunque estaban en contra de la estructura social, política y
económica.
Americanos con mucho poder económico la
mayoría eran liberales al estilo americano.
Moderados eran los ilustrados partidarios
de las reformas a favor de una monarquía parlamentaria. Jovellanos.
Las cortes se orientan más por el
liberalismo y se dedican a redactar la constitución durante 2 años y a la vez
desarrollan una labor legislativa.
Comienza haber libertas de prensa y de
opinión, la estructura económica con decretos de suspensión de régimenes de
señoríos y de la figura de vasallo y del vasallaje, se aprobó la abolición de
la tortura, deja de ser un requisito indispensable para hacer la carrera
militar ser noble la 2/3 de las tierras cultivadas europeas eran de la iglesia
y estaban amortizadas.
Se rompe con las estructuras anteriores,
España avanza tanto como los 10 años que duro la revolución francesa.
La reforma política más relevante fue la
Constitución de 1812 (19-marzo) que coicide con con el 4º aniversario de
Fernando VII y el día de San Jose "La Pepa", primera ley fundamental
aprobada por un Parlamento nacional en España es la 3ª constitución moderada
despues de EEUU y Francia. Sus principios básicos, inspirados en la
Constitución francesa de 1789, eran:
• Soberanía nacional. La soberanía residía en la nación, incluidos los habitantes de las colonias.
• División de poderes. El poder legislativo residía en las Cortes unicamerales, el poder ejecutivo en el Rey y sus ministros y el poder judicial en los tribunales. El monarca no podía disolver las Cortes y solo poseía un derecho de veto suspensivo y transitorio durante dos años sobre las leyes aprobadas en las Cortes.
• Establece como sistema de gobierno la monarquía constitucional.
• Reconoce derechos individuales y colectivos: libertad de imprenta, propiedad, educación etc.
• Igualdad de todos ante la ley. Se suprimen los fueros y leyes que iban en contra de la Constitución, se establecen códigos y tribunales para todos, igualdad fiscal, burocracia centralizada y un ejército nacional, estableciéndose una Milicia Nacional para garantizar el orden constitucional.
• Proclama el catolicismo como religión única y oficial del Estado.
• Sufragio universal masculino e indirecto como sistema electoral.
• Soberanía nacional. La soberanía residía en la nación, incluidos los habitantes de las colonias.
• División de poderes. El poder legislativo residía en las Cortes unicamerales, el poder ejecutivo en el Rey y sus ministros y el poder judicial en los tribunales. El monarca no podía disolver las Cortes y solo poseía un derecho de veto suspensivo y transitorio durante dos años sobre las leyes aprobadas en las Cortes.
• Establece como sistema de gobierno la monarquía constitucional.
• Reconoce derechos individuales y colectivos: libertad de imprenta, propiedad, educación etc.
• Igualdad de todos ante la ley. Se suprimen los fueros y leyes que iban en contra de la Constitución, se establecen códigos y tribunales para todos, igualdad fiscal, burocracia centralizada y un ejército nacional, estableciéndose una Milicia Nacional para garantizar el orden constitucional.
• Proclama el catolicismo como religión única y oficial del Estado.
• Sufragio universal masculino e indirecto como sistema electoral.
Los ciudadanos, de acuerdo con la
Constitución, reconocen a Fernando VII como rey constitucional. La Constitución
refleja el influjo de Iglesia y nobleza, declara un Estado confesional y reconoce
las propiedades de los privilegiados.
Ni la Constitución de 1812, ni las leyes emanadas de las Cortes tuvieron una aplicación práctica por el estado de guerra que se vivía. Fernando VII no tuvo dificultad en derogar la Constitución, pero fue el símbolo del liberalismo y sirvió de inspiración a textos posteriores.
Ni la Constitución de 1812, ni las leyes emanadas de las Cortes tuvieron una aplicación práctica por el estado de guerra que se vivía. Fernando VII no tuvo dificultad en derogar la Constitución, pero fue el símbolo del liberalismo y sirvió de inspiración a textos posteriores.
11.3. FERNANDO VII: ABSOLUTISMO Y LIBERALSIMO.
El regreso de Fernando VII
Durante toda la guerra de la independencia (1808 – 1814)
Fernando VII había permanecido retenido en Francia. En diciembre de 1813,
Fernando VII firmó con Napoleón el Tratado de Valençay, que ponía fin a
la guerra y significaba la recuperación del trono de España en su persona. Los
liberales españoles, autores de la Constitución de 1812, esperaban que el Rey
se convirtiese en un monarca constitucional. Por el contrario, los diputados
absolutistas, la Iglesia y parte del pueblo no aceptaban el nuevo régimen.
Cuando Fernando VII regresa un grupo de diputados absolutistas le entregan el
conocido como “Manifiesto de los Persas” donde le animan a restaurar el
Antiguo Régimen. Unos días después, Fernando VII firma en Valencia el Decreto
del 4 de mayo por el que se declara nula la Constitución y todas las leyes
aprobadas en las Cortes de Cádiz.
El Sexenio Absolutista (1814 – 1820)
El retorno de Fernando VII dio, por tanto, el poder a los
absolutistas que tras el decreto de mayo de 1814 trataron gobernar como si nada
hubiera ocurrido en España desde 1808. Se forma el Congreso de Viena y todas
las potencias se van a reunir para reestablecer el absolutismo, va a durar unos
5 años. Se restablecieron las antiguas instituciones, incluida la Inquisición,
se recuperó el régimen señorial y se suprimieron todas las libertades,
iniciándose una feroz persecución de liberales y afrancesados que tuvieron que
marchar al exilio.
La monarquía absoluta se situó fuera de la realidad de la
época. España entró en una fase de aislamiento y desprestigio en toda
Europa. El absolutismo fue incapaz de
encontrar una solución a la crisis general del Antiguo Régimen, en realidad
Fernando VII gobernaba apoyándose en un grupo personajes estrechamente
vinculado a él. Especialmente importantes eran la grave crisis financiera y la
lucha por la emancipación de las colonias americanas.
Ante esta situación, los liberales intentaron provocar la
caída de la monarquía absoluta y el restablecimiento de la Constitución. El
descontento de los liberales y del ejército cristalizó en una serie de pronunciamientos
militares. Se cierran todos los periódicos, se hace una revisión de todos
los funcionarios y se encargan de ello la iglesia y el ejercito.
El Trienio Liberal (1820 – 23)
El triunfo del pronunciamiento de Riego supuso el
restablecimiento de los derechos y libertades aprobados en la Constitución
de Cádiz en 1812. Fernando VII se vio obligado a ceder.
Durante el Trienio, España vivió un clima de gran libertad,
con un alto número de periódicos y de centros de discusión política y con la
participación de los ciudadanos mediante la celebración de elecciones. Los
liberales pusieron en práctica importantes reformas: Desamortización de
bienes de la Iglesia, supresión del feudalismo, reforma fiscal, etc. Los
liberales se encontraban divididos entre el partido moderado (Martínez
de la Rosa; Argüelles) que gobernó durante la mayor parte del Trienio, y el
partido radical (Riego) que apostaba por medidas más revolucionarias.
Las reformas del Trienio provocaron una constante
agitación política y la oposición al gobierno liberal de la Iglesia, de la
aristocracia y del campesinado. El propio Fernando VII encabezaba esa
oposición. Aprovación de educación pública y España se divide en 5 provincias.
Los absolutistas crearon partidas guerrilleras y plantearon varios golpes de
estado contra el régimen constitucional. En julio de 1822 la Guardia Real,
fuerza militar de elite vinculada al Rey, protagonizó un levantamiento en
Madrid que fue sofocado por la Milicia Nacional. El fracaso provocó la ruptura
definitiva entre los liberales y Fernando VII; además el partido moderado pasó
a la oposición y el partido exaltado accedió al poder . Los fracasos de las
intentonas absolutistas provocaron que el rey se planteara la intervención
extranjera como única manera de acabar con el liberalismo.
La Década Ominosa (1823 – 1833)
La Santa Alianza (Austria, Prusia, Rusia y Francia),
ante el temor de que la experiencia liberal española se extendiera al resto de
Europa, decidieron en el Congreso de Verona enviar un ejército francés a
España, “los Cien Mil Hijos de San Luis”. Esta nueva invasión
francesa está dirigida por el duque de Angulema y apenas encuentra resistencia
entre el pueblo español. El gobierno y las Cortes se refugiaron en Cádiz con el
Rey, pero en octubre de 1823 Fernando VII fue liberado y la Constitución
nuevamente abolida. Comienza así la denominada por los liberales “Década
Ominosa”, es decir abominable, donde retorna la persecución y represión
de los liberales.
La Santa Alianza pretendía que España adoptase un “absolutismo
moderado”, donde desde la monarquía se diese paso a reformas
paulatinas, no se recuperase la inquisición y la persecución a los liberales
estuviese limitada. Fernando VII gobernó así de manera errática, apoyándose a
veces en el sector moderado (López Ballesteros) y otras en el sector ultra
(Calomarde).
Los liberales sufrieron represión y
muchos se exiliaron. Hubo intentos de insurrección (Riego, Empecinado y
Torrijos). El periódico resulta muy negativo se paraliza la obra política de la
constitución y no permite que se desarrolle la Revolución Industrial. El régimen
tenía dos enemigos: los liberales exaltados y los realistas. Los realistas
ultras se alinearon en torno a Carlos Mª Isidro, hermano y heredero a la
corona. Fernando VII publica la Pragmática Sanción, derogando la Ley Sálica,
permitiendo reinar a las mujeres. Tras los sucesos de la Granja, Fernando VII
confirmó los derechos sucesorios de su hija Isabel, formando gobierno con Cea
Bermúdez. Al morir Fernando VII, Mª Cristina hereda la corona en nombre de su
hija Isabel, iniciándose la guerra civil o primera guerra carlista (1833-1840).

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